Hoy las hojas de mi sauce celebraron mi llegada

y me robaron la sonrisa que no ofrecí en todo un día.

En algún lugar del planeta

en éste mismo instante, alguien está observando ésta luna

que por curiosa algún dios la condenó a ser observada de por vida,

y no poder sacarle los ojos de encima,

Siento el ruido de mis zapatillas que reconocen donde piso,

se saludan con las baldosas, con sus imperfecciones y todo.

Algún libro me espera en mi terraza

mientras la poca luz que queda nos lo permita

es la brisa que me relaja y cierra mis ojos para escucharla pasar.

toco timbre, olvidé mis llaves una vez más...

(mi retorno a casa)