domingo, 17 de agosto de 2008

"Seamos libres, que lo demás no importa"


Yo era una de ésas que lo admiraba desde un manual, y que mirando su retrato -un poco falseado- no podía comprender la grandeza de ése héroe que sobre su caballo liberó a Chile, Perú y la misma Argentina del poder español.

Estaba bien lejos de mí, y estoy segura que también de todos mis compañeros de clase. Lejos, intocable, inalcanzable, intachable en todo lo que hizo.



Hasta que empecé a leer más. Y llegué a un libro de García Hamilton "Don José" y empecé a descubrir a una persona y no a un batman de historietas.



En homenaje a un hombre que lleno de errores, luchó por sus ideales y que no merece quedar frío y congelado en el tiempo, y mucho menos ser minimizado a ser el héroe que no fue o una palabra tan vacía como prócer.



A mi entender, fue un hombre, con todo lo que eso significa, con dudas, con matices que lo acercan maravillosamente a cualquiera de nosotros/as y que por ende cualquiera de nosotros puede seguir.



Un hombre de contrastes, criado en España, guerreando para la corona; nutrido más tarde con ideales de la Revolución Francesa que lo inspira a regresar a su tierra natal para unir fuerzas militares contra la misma realeza española, integrante de una Logia que dió forma a su filosofía de vida y cuyos principios antepuso ante cualquier demanda del gobierno porteño.



Un hombre que se negó a levantar armas contra hermanos latinoamericanos, cuando el gobierno central de Buenos Aires exigía hacerlo (y de hecho lo hizo). Un hombre que aplicó disciplina en las filas milicianas, y no dudo en "dar el ejemplo" ante la rebeldía de alguno de sus soldados al acatar sus órdenes. Un hombre que no contó nunca con el apoyo del gobierno de turno y que no se rindió para seguir adelante. Un hombre que sufrió discriminación por su color de piel y sus orígenes y que -sin embargo- con orgullo los hacía notar.



José de San Martín, ni prócer, ni héroe. Un hombre ejemplar y fiel a sus ideas. En fin, un orgullo que -para mi- no queda en el tiempo, y que está más presente que nunca en nuestros ideales de LIBERTAD



17 de Agosto.





3 comentarios:

nanolefou dijo...

Estaba por postear algo muy parecido a lo que pusiste y llegué a tu blog buscando unas imágenes. Saludos!

Seamos libres!

Casiopea dijo...

Me gusto tu publicación. Sobre todo porque esta manía de volver funcionales los feriados al turismo a hecho que se perdiera la noción de por qué existen. Si bien de mucho no servían en tanto simples feriados, ahora han quedado absolutamente vaciados de contenido-como hace el capitalismo con todo lo que pueda atentar contra él-.
Los próceres de olimpo sólo sirven para la veneración, los seres humanos nos enseñan; gracias por humanizarlo.
Saludos, y pasate cuando quieras que renove el blog.

Pablo_snm~El necio dijo...

Muy Buena Entrada! Me voy a tomar el atrevimiento de repetir algo que publiqué en el Blog de una amiga sobre este mismo tema. A riesgo de repetirme sin darme cuenta, prefiero hacerlo confeso.

Me sumo compartiendo algunas frases de San Martín que me gustan mucho:

La biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos.

Si hay victoria en vencer al enemigo; la hay mayor cuando el hombre se vence a si mismo.

Cuando hay libertad, todo lo demás sobra.

Hace más ruido un sólo hombre gritando que cien mil que están callados.

No hay revolución sin revolucionarios. Los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos.

Lindo haber dicho todo esto, mejor haberlo vivido así. Quien pudiera honrarse con la coherencia entre sus actos y sus discursos??
Besos!!