viernes, 5 de septiembre de 2008

Teoría y Práctica

Señoras y señores:

hoy trataremos del imperialismo

tema difícil si los hay,

y a veces engorroso de sitiar.

en sólo media hora de pésimas noticias

en consecuencia intentaré abordarlo

tal como en un pasado alegre y misterioso

se solía abordar los bajeles piratas

quiero decir de un modo irregular.





Digamos por ejemplo,

que una campana suena a lo lejos, mansa;

y purifica el diálogo

y se queda como el sol

en las copas de los árboles,

a pesar del calor el horizonte

se pone su bufanda,

y unos pájaros sueltos y agilísimos

la recorren y no son golondrinas.



Nada de eso es el imperialismo.





Digamos por ejemplo,

que una muchacha quiebra la mañana

con sus caderas móviles,

sus ojos perentorios

sus labios de cosecha

su paso que no pasa,

y el muchacho espera,

invencible y modesto

la incluye en su destino

la estudia poro a poro

y así centineleándola

se atreve o no se atreve.



Tampoco eso es el imperialismo.





Digamos por ejemplo,

que un niño escucha el mundo

y decidiéndose

le echa su bocanada de candor

aprende cómo son sus pies

y se los come,

discute con el techo

y lo convence,

llora para variar;

y porque sabe que a su alarido

comparece el seno con su promesa láctea,

y esa piel que le gusta sentir junto a los párpados

y sabe que es feliz,

aunque no sepa qué precio va a pagar

o qué desprecio.



Tampoco eso es el imperialismo.





Digamos por ejemplo,

que un viejo está aprendiendo el alfabeto

y clave en su memoria los diptongos

y las esdrújulas que son tan cómodas

porque llevan acento indiscutible

tiene rostro de cuáquero este viejo

pero el alma la tiene de resorte

y escribe llubia

porque en su campito

nunca vio que lloviera con ve corta.



Tampoco eso es el imperialismo.





Digamos por ejemplo,

que una máquina late en el delirio

dice ruidosamente su producto

y las manos lo ayudan,

lo enderezan,

lo limpian,

lo acicalan y lo envasan;

manos que se conocen hace años

y hace años se mojan y se secan

se dan la bienvenida y los adioses

se preguntan,

se llaman,

se responden,

se apoyan en la máquina materna

que dice su producto y carraspea

y cuando las ve juntas, veteranas,

suelta dos o tres lágrimas de aceite.



Tampoco eso es el imperialismo.





Digamos por ejemplo

que en la serena noche conyugal

la pareja hizo un hijo porque le dio la gana

y le ha dado la gana porque sabe que un hijo

es el profeta cotidiano,

irá anunciándolos de sol a sol

irá diciendo a todos que es un hijo

y se alimentará con insolente apetito

y probará la patria como si fuera pan caliente y nuevo.



Tampoco eso es el imperialismo





Digamos por ejemplo

que la frontera pierde sus aduanas

y hasta nos invadimos los unos a los otros

nos prestamos volcanes y arroyitos

y cobre y antropólogos

y azúcar y lana

y proteínas y arcoiris

y alfabetizadores y durmientes

y poetas y prosistas y petróleo

y el contrabando queda para el viento

y para los amantes migratorios.



Tampoco eso es el imperialismo.





digamos por ejemplo,

que la lluvia y el sol nos pertenecen

también el sobrecielo y el subsuelo

las provincias de nuestro corazón

y el territorio de nuestro trabajo

somos iguales ante los iguales

en un mundo de pares y sin otros

una linda locura de los cuerdos

y cierta estratagema de justicia

vamos poniendo tildes a presagios

que se cumplieron o se están cumpliendo

en un comienzo fuimos sólo islas

ahora somos urgentes archipiélagos.



Tampoco eso es el imperialismo.





y digamos por último,

que tenemos la noche y nuestra casa

y un reloj que no cuenta hacia la muerte

la ciencia avanza tanto

que ha logrado aislar el virus de la xenofobia

y la patria es ahora un salado bautismo

que va de mar a mar

y los abismo siguen existiendo

aunque nadie se arroje a su silencio

siempre es duro vivir pero se vive

dentro de las esclusas de la vida...



y una vez más afirmo:

nada de esto es el imperialismo.







Confío no haber sido demasiado sectario

en el enfoque teórico del tema.

señoras y señores:

acaba de avisarme un compañero,

que afuera nos esperan los señores gendarmes

tal vez para brindarnos alguna clase práctica

deseémonos coraje y buena suerte

he dicho muchas gracias.








[Lo primero que leí de él, y nunca había subido para compartirlo con ustedes]

3 comentarios:

sujetotacito dijo...

Hola, gracias por tu firma, me alegra q te haya gustado el blog, sobre todo esas propuestas. estás invitada a pasar cuando quieras y decir lo que quieras.
Benedetti me recuerda a tardes de verano en una vereda de Lomas de Zamora y alguna que otra mañana de invierno en una habitacion escenario de grandes aventuras.
nos vemos la prox.

Pablo_snm~El necio dijo...

Sencillamente, MARAVILLOSO...
Gracias por estas entradas con este genio.
Besos!

Joven Zeta dijo...

Es una poesia hermosa. Gracias por hacermela conocer..

Soy estudainte de letras pero aún me falta mucho por leer.

Un abrazo libertario.