Señoras y señores:
hoy trataremos del imperialismo
tema difícil si los hay,
y a veces engorroso de sitiar.
en sólo media hora de pésimas noticias
en consecuencia intentaré abordarlo
tal como en un pasado alegre y misterioso
se solía abordar los bajeles piratas
quiero decir de un modo irregular.
Digamos por ejemplo,
que una campana suena a lo lejos, mansa;
y purifica el diálogo
y se queda como el sol
en las copas de los árboles,
a pesar del calor el horizonte
se pone su bufanda,
y unos pájaros sueltos y agilísimos
la recorren y no son golondrinas.
Nada de eso es el imperialismo.
Digamos por ejemplo,
que una muchacha quiebra la mañana
con sus caderas móviles,
sus ojos perentorios
sus labios de cosecha
su paso que no pasa,
y el muchacho espera,
invencible y modesto
la incluye en su destino
la estudia poro a poro
y así centineleándola
se atreve o no se atreve.
Tampoco eso es el imperialismo.
Digamos por ejemplo,
que un niño escucha el mundo
y decidiéndose
le echa su bocanada de candor
aprende cómo son sus pies
y se los come,
discute con el techo
y lo convence,
llora para variar;
y porque sabe que a su alarido
comparece el seno con su promesa láctea,
y esa piel que le gusta sentir junto a los párpados
y sabe que es feliz,
aunque no sepa qué precio va a pagar
o qué desprecio.
Tampoco eso es el imperialismo.
Digamos por ejemplo,
que un viejo está aprendiendo el alfabeto
y clave en su memoria los diptongos
y las esdrújulas que son tan cómodas
porque llevan acento indiscutible
tiene rostro de cuáquero este viejo
pero el alma la tiene de resorte
y escribe llubia
porque en su campito
nunca vio que lloviera con ve corta.
Tampoco eso es el imperialismo.
Digamos por ejemplo,
que una máquina late en el delirio
dice ruidosamente su producto
y las manos lo ayudan,
lo enderezan,
lo limpian,
lo acicalan y lo envasan;
manos que se conocen hace años
y hace años se mojan y se secan
se dan la bienvenida y los adioses
se preguntan,
se llaman,
se responden,
se apoyan en la máquina materna
que dice su producto y carraspea
y cuando las ve juntas, veteranas,
suelta dos o tres lágrimas de aceite.
Tampoco eso es el imperialismo.
Digamos por ejemplo
que en la serena noche conyugal
la pareja hizo un hijo porque le dio la gana
y le ha dado la gana porque sabe que un hijo
es el profeta cotidiano,
irá anunciándolos de sol a sol
irá diciendo a todos que es un hijo
y se alimentará con insolente apetito
y probará la patria como si fuera pan caliente y nuevo.
Tampoco eso es el imperialismo
Digamos por ejemplo
que la frontera pierde sus aduanas
y hasta nos invadimos los unos a los otros
nos prestamos volcanes y arroyitos
y cobre y antropólogos
y azúcar y lana
y proteínas y arcoiris
y alfabetizadores y durmientes
y poetas y prosistas y petróleo
y el contrabando queda para el viento
y para los amantes migratorios.
Tampoco eso es el imperialismo.
digamos por ejemplo,
que la lluvia y el sol nos pertenecen
también el sobrecielo y el subsuelo
las provincias de nuestro corazón
y el territorio de nuestro trabajo
somos iguales ante los iguales
en un mundo de pares y sin otros
una linda locura de los cuerdos
y cierta estratagema de justicia
vamos poniendo tildes a presagios
que se cumplieron o se están cumpliendo
en un comienzo fuimos sólo islas
ahora somos urgentes archipiélagos.
Tampoco eso es el imperialismo.
y digamos por último,
que tenemos la noche y nuestra casa
y un reloj que no cuenta hacia la muerte
la ciencia avanza tanto
que ha logrado aislar el virus de la xenofobia
y la patria es ahora un salado bautismo
que va de mar a mar
y los abismo siguen existiendo
aunque nadie se arroje a su silencio
siempre es duro vivir pero se vive
dentro de las esclusas de la vida...
y una vez más afirmo:
nada de esto es el imperialismo.
Confío no haber sido demasiado sectario
en el enfoque teórico del tema.
señoras y señores:
acaba de avisarme un compañero,
que afuera nos esperan los señores gendarmes
tal vez para brindarnos alguna clase práctica
deseémonos coraje y buena suerte
he dicho muchas gracias.
[Lo primero que leí de él, y nunca había subido para compartirlo con ustedes]
viernes, 5 de septiembre de 2008
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3 comentarios:
Hola, gracias por tu firma, me alegra q te haya gustado el blog, sobre todo esas propuestas. estás invitada a pasar cuando quieras y decir lo que quieras.
Benedetti me recuerda a tardes de verano en una vereda de Lomas de Zamora y alguna que otra mañana de invierno en una habitacion escenario de grandes aventuras.
nos vemos la prox.
Sencillamente, MARAVILLOSO...
Gracias por estas entradas con este genio.
Besos!
Es una poesia hermosa. Gracias por hacermela conocer..
Soy estudainte de letras pero aún me falta mucho por leer.
Un abrazo libertario.
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